En este escrito Jacques-Alain Miller crítica la campaña realizada por el ministerio de salud contra la depresión, ya que cualquier tristeza podría ser catalogada de patológica. Menciona la importancia del psicoanálisis en el tratamiento y que no solo la medicina funciona en estos casos, las entidades políticas están equivocadas al pensar que con medicamentos se cura la depresión, amplia que no se puede comparar esto con la intervención que han realizado sobre consumo de tabaco ya que este tiene sus efectos concretos mientras que en la depresión el efecto depende de la definición de la depresión de cada quien. Si le damos una definición a ello todos se identificaran y creerán que la mejor solución es consumir medicamentos antidepresivos para controlarlos, esta campaña que incluso ha sacado folletos sobre depresión, va a hacer que lo que antes era simplemente un mal momento que se debía superar se convierta en “una enfermedad” y así vamos a tener nuevas interpretaciones de nuestros sentimientos y vamos a creernos “enfermos”. El ser humano se ve también expuesto ya que es considerado como simple productor como una “maquina” y cualquier falla en el debe ser solucionada inmediatamente para seguir con el ritmo de trabajo de la época. Jacques-Alain Miller menciona que la tristeza es inherente a la especie humana y que si no se ve así entraremos en la biotecnología donde existirían seres asexuados y mudos que “se comporten como es debido”. Asumir la verdad es el mejor depresivo, y en cuanto a esto le preguntaron, ¿Nicolás Sarkozy es depresivo? Y dice “Fue, por el contrario la víctima de esta atmósfera de intoxicación en torno de la depresión”. Nos queda entonces como reflexión si la depresión debe ser considera una enfermedad o como algo humano.
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